Marta, con diecinueve anos, tuvo que hacer frente a un cancer inoportuno y terminal que se llevo sus suenos por delante. Su madre desde la cercania y la experiencia nos va contando paso a paso como fueron aquellos dias en los que sentia que todo lo conocido se iba a desvanecer y como, aunque no lo parezca, siempre hay un espacio para la sanacion personal y la esperanza.
Angela Ortiz, psicologa desde hace mas de veinticinco anos, se sincera con nosotros y nos relata en primera persona, con sencillez y honestidad, la parte mas brutal y dolorosa de su vida. Huyendo del victimismo y de la falsa sensibilidad, su narracion nos acerca a sus reflexiones mas intimas sobre la vida y la muerte, sobre la lucha con la enfermedad, y nos guia de la mano por el proceso de duelo y su recuperacion. Ortiz nos ensena que aunque no se puede olvidar nunca la perdida de un hijo, no por ello nuestras vidas deben permanecer para siempre a oscuras.
Este libro esta especialmente recomendado para aquellos que han sufrido una perdida irreparable y necesitan aprender a superarla, a conocerse otra vez a ellos mismos, y asi mirar de nuevo el futuro con esperanza. Pero tambien es un libro del que todos podemos aprender que no debemos dejarnos arrastrar en ninguna circunstancia por el dolor y la pena, y que siempre es posible volver a sonreir, volver a descansar y volver a disfrutar de la vida.